La fusión gastronómica no solo se puede hacer mezclando conceptos alejados por miles de kilómetros. El Chigre 1769 lo demuestra: una sidrería de lo más asturiana que también funciona como cualquier vermutería catalana. Resultado: cocina «catariana», como la definen sus responsables, dueños del restaurante asturiano Llamber, también en el Born.