En 1905, Bartomeu Terradas Brutau encargó a Josep Puig i Cadafalch el diseño de una casa para cada una de sus tres hermanas, Àngela, Josefa y Rosa. El resultado fue un edificio que recordaba a los antiguos castillos medievales, con elementos de diferentes corrientes arquitectónicas y diversas innovaciones técnicas, con seis torres puntiagudas (coronadas por agujas de forma cónica), uno de sus rasgos distintivos y el que le dio el nombre popular de Casa de les Punxes.

La Casa de les Punxes